Cómo llegan los eternos rivales al derbi
Los de Mourinho, a mantener el liderato y a seguir con la buena racha liguera antes del Clásico. El Atlético de Madrid debe ganar para no despegarse por la lucha de puestos europeos. Sólo ha ganado uno de los últimos 19 partidos en el feudo merengue.
Tras sentenciar su pase a octavos contra el Dinamo de Zagreb (6-2) y ganar en Mestalla en la jornada pasada, el Real Madrid ya prepara el encuentro del sábado contra el Atlético de Madrid. El conjunto de Mourinho atraviesa un gran momento de forma y acumulan ya doce victorias consecutivas, esperando aumentar la cifra contra el rival de la capital, pero viendo de cerca el Clásico del próximo 10 de diciembre.
En cuanto al conjunto colchonero, no saben qué es ganar en Chamartín desde el siglo pasado. La última victoria en el Santiago Bernabéu fue el 30 de octubre de 1999, en el que ganaron 1 – 3, con doblete de Jimmy Hasselbaink. De ahí la necesidad imperiosa de cambiar las tornas en su particular batalla contra el eterno rival.
El Real Madrid, actual líder de la Liga BBVA con 31 puntos, lleva una de las mejores rachas de las últimas temporadas. Con 42 tantos a favor y en 9 contra, los números responden a la eficacia de su juego. Los rojiblancos, por el contrario, noveno clasificado con 16 puntos, ha marcado 17 por 16 encajados y lleva una losa sobre su desarrollo: no sabe qué es ganar fuera de casa esta temporada.
La última victoria hay que buscarla en la previa de la Europe League contra el Vitória Guimaraes (0-4) a mediados de agosto. La falta de equilibrio en el vestuario rojiblanco, los malos resultados cosechados y la indignación de la afición con el equipo y la directiva pueden marcar un antes y un después decisivo tras el partido del Bernabéu. Y es que las posibilidades de buscar un sustituto inmediato a Gregorio Manzano pueden aumentar.
Para el partido, Mourinho no contará ni con Kaká ni Arbeloa, que continúan con sendas recuperaciones. En el Atlético, será Falcao el que no juegue. El ‘9’ colombiano se pierde su primer derbi debido a una lesión en el músculo adductor menor del muslo derecho.
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